08 Jul Luis Miguel Uruñuela: “Nuestro lema es crear, gestionar y desarrollar alternativas de ayuda interaccionales de calidad”
Entrevistas
“Nuestro lema es crear, gestionar y desarrollar alternativas de ayuda interaccionales de calidad”
Luis Miguel Uruñuela, pedagogo, director de la Asociación Berriztu, responde a esta entrevista para nuestra Memoria de Comunicación 2019. Berritzu nació en 1991 para gestionar el primer centro de internamiento para menores infractores, no solo de la Comunidad Autónoma del País Vasco sino de prácticamente toda la zona norte de España.
¿Cuándo nació la Asociación Berriztu y con qué fines?
Berriztu nació en junio de 1991 para gestionar el primer centro de internamiento para menores infractores, no solo de la Comunidad Autónoma del País Vasco sino de prácticamente toda la zona norte de España.
Sus fines marcados en los estatutos se pueden resumir en el lema:
“Crear, gestionar y desarrollar alternativas de ayuda interaccionales de calidad”
¿Cuál ha sido el recorrido hasta la actualidad y cómo ha sido su crecimiento?
El crecimiento siempre ha sido teniendo en cuenta nuestros fines y también las señas de identidad. Siempre nos hemos guiado por la creación de alternativas de ayuda interaccional y de calidad, sino lo veíamos así, con los tres fines no asumíamos la gestión, aunque pudiera molestar y contrariar a las administraciones que nos lo ofrecían, pues estábamos dispuestos a asumir el precio que ello suponía (no nos podíamos traicionar a nosotros mismos).
De los adolescentes con problemas de conducta y/o en conflicto social pasamos a la otra parte, a ayudar a las víctimas, y en nuestro caso a crear una alternativa de ayuda integral (residencial, sociolaboral, psicoterapéutica, socioeducativa…) para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas. Y así fuimos asumiendo la creación y gestión de aquellas alternativas que nos permiten avanzar hacia la consecución de nuestros fines pero siendo fieles a lo que somos, a nuestra identidad.
Las tres últimas alternativas de ayuda creadas han sido: una de atención a niños y niñas víctimas de violencia de género, formación profesional y complementaria, y violencia filioparental en Navarra.
¿Cuál es su implantación actual?
En cuanto a la implantación territorial estamos principalmente en Vizcaya, Álava, Guipúzcoa y Navarra. Aunque también nos gusta salir fuera, tanto a otros sitios de España, como a Argelia, Guatemala, y últimamente a Perú.
¿Qué tipos de servicios que ofrecen?
Los servicios los agrupamos en 10 ámbitos de actuación:
- Violencia de género: 2 servicios
- Psicoterapia: 1 servicio
- Violencia filioparental: 2 servicios
- Justicia juvenil: 14 servicios
- Formación profesional: 1 servicio
- Programa de Escolarización Complementaria: 1 servicio
- Justicia Restaurativa en centro penitenciario: 1 servicio
- Protección de menores: 5 servicios
- Formación y Supervisión: 1 servicio
- Inserción Sociolaboral: 2 servicios
¿Cuál es su concepto de justicia juvenil?
Además de estar de acuerdo con la mayoría de las orientaciones y los principios generales que inspiraron la Ley 5/2000 de responsabilidad penal de los menores, aunque en esa especie de quimera fabulosa que propone (naturaleza sancionadora/educativa) no apostamos por mantener una paridad en la proporción, sino que siempre no hemos decantado explícitamente hacia la parte educativa en un 90% aproximadamente. Por otro lado, desde siempre hemos tenido claro un principio “de cosecha propia”: dar a cada menor lo que necesite (si necesita que sea reducido físicamente, pues se le reduce, si necesita que salgamos detrás de él o ella corriendo para que no se fugue pues salimos, si necesita contención emocional le contenemos, si necesita apoyo más allá de la medida se lo damos, etc.).
¿Ha evolucionado con el tiempo este concepto?
Ese concepto evoluciona de la mano de la evolución de la propia asociación. En la medida en que vamos profundizando y afianzándonos más en el concepto de ayuda vamos viendo que la justicia juvenil es una oportunidad de ayuda para adolescentes y jóvenes que de otra manera no la recibirían. Por otra parte, somos el contrapunto humano y cercano a esas personas frente a los otros sistemas que componen el mundillo de la justicia juvenil, como pueden ser el político/administración pública y el sistema judicial.
Además hemos ido evolucionando en cuanto a ir acercándonos a otras concepciones de justicia que no sean tan de corte retributivo, como la justicia restaurativa, a través de los programas de mediación, llegando a realizar auténticos actos restaurativos como los encuentros solidarios con sectores vulnerables (personas con discapacidad física, personas mayores residencializadas, limpiezas de ríos, plantaciones de árboles, apoyo a residencias de adolescentes en Latinoamérica, etc.).
¿Cómo ha sido la evolución de las necesidades de los jóvenes?
En muchos aspectos no vemos evoluciones significativas, y las que se han dado se deben en gran medida a la evolución de la propia sociedad en la que nacen y viven. Quizás se pueda resaltar una evolución en las conductas de estos adolescentes y jóvenes en cuanto a la violencia de género y a la violencia filioparental, ahora con más peso estadístico y hace 30 años prácticamente inexistentes.
¿Cree que estamos cuidando la salud mental de nuestros jóvenes?
Cuando estos adolescentes y jóvenes están realizando el proceso socioeducativo se cuidan no solo su salud mental sino también la física, la moral, la relacional, la social. El problema es cuando la relación de ayuda se acaba.
A pesar de ello, históricamente la atención a la salud mental de estas personas ha estado externalizada, pero últimamente se han incorporado en algunos servicios profesionales del campo de la psicología para realizar una atención dentro del servicio de carácter más específico. Pero no existe una política clara al respecto por parte de las instituciones públicas, a pesar de que si constatamos el deterioro de la salud mental de los y las adolescentes y jóvenes que atendemos.
¿Cuál es su opinión sobre el fenómeno de la violencia filio parental?
Las primeras personas que llegaron a justicia juvenil debido a este tipo de conductas allá por el 2002 nos sorprendieron por la novedad y por el comportamiento tan adaptativo que desarrollaban en los centros. El tipo de atención que les damos en justicia juvenil suele ser habitualmente el de corte socioeducativo, en ocasiones formativo y laboral. Pero hasta hace muy poco no hemos tenido lo que llamamos recursos metodológicos específicos para atender (profesionales de la psicología, centros y programas específicos) a personas con esta problemática.
¿Qué aconsejaría a Fundación Pioneros para crecer?
Resulta complicado y arriesgado aconsejar desde fuera a una organización como Pioneros, pues la probabilidad de errar o de no decir nada significativo es muy alta. Pero arriesgando y viendo lo que en Berriztu nos ha ayudado seleccionaría un par de cuestiones: en primer lugar, creer que lo que estáis haciendo, que de la ayuda que prestáis actualmente a las personas también pueden beneficiarse otras muchas gestionando otros programas. Dicho de otra manera, el crecimiento no debiera de ser un fin de Pioneros en si mismo, sino un medio para ampliar ayuda en cuanto a personas y en cuanto a maneras de hacerla (socioeducativa, sociolaboral, psicoterapéutica, etc.). En segundo lugar hay que tener un buen diseño organizativo: sencillo y eficaz.