07 Jul Pioneros no solo se ocupa de jóvenes “conflictivos”
ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos
Soy Rafael Gil González, y desde hace bien poquito, me corresponde el cargo de Presidente de la Fundación Pioneros, que asumo con agradecimiento y orgullo.
Para los que no me conocéis, os digo, que hace unos 28 años que pertenezco a Pioneros.
Volviendo la vista atrás, los recuerdos se amontonan en la mente; brotan reuniones con los que entonces eran adolescentes en el local de Plaza de la Oca, los viernes por la tarde, compartiendo sus inquietudes, o los campamentos y excursiones que se hacían, o el proyecto de gestión del Taller Profesional, y muchas actividades siempre con los chicos y chicas; también me acuerdo de otras tareas más “internas”, como el tránsito de Asociación a Fundación, las reuniones de Patronato, muchas de ellas con cuestiones muy fronterizas (la mayoría de las veces, por ámbito económico y presupuestario) y de las que siempre hemos salido airosos, contando con el apoyo de todo el equipo; son recuerdos que nos deben impulsar y motivar para seguir adelante con nuestra misión, sin perder un ápice de profesionalidad, compromiso técnico y humano con nuestro entorno y nuestros chicos, a los que nos debemos.
Los que me conocen, saben que suelo decir aquello de que una Fundación es un “capital destinado a una finalidad”, y en nuestro caso el “capital” es, esencialmente, el desarrollo metodológico de intervención psico-educativo con los chicos y las chicas que se ha ido creando desde hace más de 50 años, que debemos preservar, enriquecer y asegurar que llega los chicos de las generaciones venideras, como si de un “legado patrimonial” se tratara; tan sencillo y tan complejo a la vez; si lo cumplimos, podemos darnos por satisfechos.
Las circunstancias han hecho que me corresponda dar un paso adelante y asumir la presidencia del Patronato, culminando así un proceso de renovación iniciado hace ya más de 3 años, sin prisa, pero sin pausa.
Sustituyo nada menos que a Aurora Pérez bañares, una mujer que ha puesto a Pioneros en el lugar que le corresponde en la sociedad, sin duda ha sido y seguirá siendo nuestra mejor embajadora. Ha hecho un trabajo muy importante apostando por una comunicación abierta y transparente. Será difícil superar el listón que ha dejado Aurora en la casa y, afortunadamente, sigue con nosotros como vicepresidenta.
Hay más cambios en el Patronato; nos dejan Carlos Ruiz Alberdi, al que siempre agradeceremos su sentido común y su visión certera en el plano económico; Txerra Ordeñana García, afincado hace un tiempo en Bilbao, cuyo impulso a los programas nos hacían salir de nuestra zona de confort, avanzando con ello a nuevos referentes; y Daniel Marín Bueno, hombre de empresa que hacía lo impensable para conseguir visitas de jóvenes a la empresa familiar y cualquier otro centro de trabajo, promoviendo las primeras oportunidades para muchos de nuestros chicos y chicas.
Con ellos hemos compartido muchas horas en reuniones de Patronato, algunas de ellas interminables, y es justo estar agradecidos.
Y se incorporan al Patronato Severino Martínez Galilea, Mayte Cano Marco y Javier Garraleta Calvo, que traen bagajes muy distintos pero que ya nos están aportando mucho valor.
Severino, con su vasta experiencia en el sector financiero; Mayte, con su certero ojo jurídico, como buena notario que es; y Javier, médico de Atención Primaria y Psiquiatra, son unas aportaciones de auténtico lujo para nuestro Patronato.
En esta nueva época, creo que, entre todos, nos debemos plantear nuevos retos, pero solo voy a exponer los dos que considero más importantes.
Uno de ellos es que la Sociedad perciba que la Fundación Pioneros no solo se ocupa de jóvenes “conflictivos” (perdón por frivolizar y etiquetar a un colectivo, como si un colectivo de jóvenes no pudiera evolucionar o variar), sino que es una entidad que trabaja para ofrecer a la infancia, jóvenes y familias nuevas oportunidades a través de la educación. Y para esto, nada mejor que el equipo. Contamos con profesionales con mucha experiencia y quiero que sean quienes transmitan la metodología de la intervención y como se abordan los problemas y cómo se interactúa con ellos.
Otro reto importante es que la sociedad en general conozca nuestro “saber hacer” y a nuestros profesionales; está abierta la posibilidad a que todos los compañeros que nos dan lo mejor de sí mismos en su ámbito profesional sean conocidos por nuestro entorno, mediante su participación directa en cualquiera de los medios de comunicación de nuestro entorno; solo así, la Sociedad podrá percibir, de primera mano, nuestra labor y percibirá como propio nuestro trabajo y nuestra misión fundacional.
Seguro que me dejo muchos retos por acometer, pero ya sabéis que me los podéis sugerir en cualquier momento.