Píldoras formativas

Denominamos Píldoras formativas a pequeños cursos para la formación en competencias específicas, las cuales se rigen por metodologías eminentemente prácticas. Las Píldoras estarán incluidas dentro de las sesiones grupales que hemos comentado en el punto anterior, pero tendrán un carácter especial.
Entendemos Las Píldoras como inyecciones prácticas de realidad laboral, es decir, los y las jóvenes salen del proceso grupal habitual que llevan a cabo cada semana, para tratar diferentes temáticas de forma totalmente innovadora y fresca.

Hemos contado con la visita de jóvenes emprende­dores cuya experiencia laboral constituye una mentoría muy valiosa para las y los jóvenes. También nos han visitado personas rela­cionadas con el coaching y la motivación. Hemos visitado fábricas, institutos que imparten formación profesional y ferias de formación. También hemos recibido a distintos expertos que han nutrido a nuestros jóvenes con sus conocimientos.

Otro de los elementos innovadores ha sido la in­troducción de la figura del joven mentor, esta ha sido una de las acciones que más impacto ha causado en los y las asistentes. El méntoring con­siste en jóvenes con recorrido en lo formativo, en lo laboral y en el área de empleo que cuentan sus experiencias para motivar y tutorizar a otros jóvenes que están comenzando.

En definitiva, las Píldoras Formativas son espacios de enriquecimiento personal y profesional don­de personas externas a los profesionales del área comparten con entrega parte de su trabajo con nuestros jóvenes. La metodología de trabajo ha dado unos resultados excelentes. La combinación de la intervención individual, para orientar laboralmente y aumentar las competencias personales y profesio­nales, la intervención grupal y las píldoras formati­vas, la derivación a ofertas formativas existentes y el diseño de oferta formativa propia ha propiciado que jóvenes de escasa cualificación y baja em­pleabilidad tengan mejores herramientas para en­frentarse al mundo laboral.

Gracias al acompañamiento que realizamos los profesionales a los jóvenes que participan en los tres espacios: sesiones individuales, grupales y píl­doras formativas, se genera un vínculo edu­cativo entre educador y joven. Este vínculo nos facilita la elaboración del diagnóstico, la prepa­ración del itinerario de inserción y la revisión con­tinua del progreso logrado por cada participante. Además hace que los y las jóvenes afiancen las competencias trabajadas y se sitúen en una posi­ción más favorable ante el empleo, incrementando así la posibilidad de mantener el puesto de trabajo una vez conseguida la inserción.